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domingo, 10 de mayo de 2015

Juan Salvador Gaviota de Richard Bach

Qué hermoso es rozar las páginas amarillentas de un libro capaz de contar dos historias: una que relata a través de sus palabras, y otra que nos cuenta de aquellas manos por las que ya pasó, aquellas almas voraces de letras para alimentar la imaginación y dejar volar los pensamientos... y hablo de dejarlos volar alto, tan alto como Juan Salvador Gaviota, pues mi libro estaba repleto de frases subrayadas y notas al margen que mostraban que la historia había vivido más allá del tamaño de sus páginas y el número de sus palabras. ¡Qué lindos que son aquellos libros, que pueden alzar la voz y decir tanto en la simpleza de su redacción y en tan poquitas páginas!

"Hay quien obedece sus propias reglas porque se sabe en lo cierto; quien cosecha un especial placer en hacer algo bien; quien adivina algo más que lo que sus ojos ven; quien prefiere volar a comprar y comer. Todos ellos harán duradera amistad con Juan Salvador Gaviota. Habrá también quienes volarán con Juan Gaviota por lugares de encanto y aventura, y de luminosa libertad. Pero para unos y otros será una experiencia que jamás olvidarán. 
Al verdadero Juan Gaviota, que todos llevamos dentro."
La forma en que el libro se presenta a sí mismo habla por sí sola y es más hermosa de lo que yo podría expresarlo en cualquiera de mis palabras.
Es un libro que leo una vez cada dos años aproximadamente y del que jamás me aburro. Si ustedes, compañeros de las palabras, ya habían leído el libro unos años atrás, permítanme recordar que los años cambian la mente, nos hacen replantearnos la vida una y otra vez, y dejan a la luz del sol muchas cosas que antes eramos incapaces de ver, anímense una vez más a la aventura de volar alto y pensar distinto. Si en cambio, se trata de un libro con el que aun no han tenido la oportunidad de encontrarse, les cuento que muy posiblemente descubrirán entre sus páginas el origen de muchas frases que les sonarán familiares, puesto que han trascendido generacionalmente desde su primera publicación en 1970. Los invito, entonces, a acompañar por primera vez a Juan Gaviota en su camino hacia el aprendizaje.